LA HORA DEL ROCK /PACO JIMENEZ: LUJURIA, SALA BLACK BIRD, SANTANDER Sala Black Bird

¡ESTA NOCHE MANDA LUJURIA!

Había llegado el día. Era la noche de la gran descarga de heavy metal con los Segovianos LUJURIA. Y ya desde antes de empezar el concierto, la noche prometía ser una de esas para no olvidar. Durante la prueba de sonido tuvimos el honor de recibir la visita de Juan José Respuela, guitarrista y miembro fundador de BLOQUE, mítica banda de rock nacida en 1.973 en Cantabria. Entre prueba y prueba, Oscar Sancho se marcó un fragmento a capela del “Hablame” de Bella Bestia, ¡Brutal!

LUJURIA se han ganado a lo largo de los años un hueco entre lo más destacado del Heavy Metal nacional. Su estilo clásico, junto a unas letras que tratan abiertamente temas como el sexo, la política, la religión o la libertad de expresión, han hecho que sean amados y odiados a partes iguales, y su impecable directo les ha convertido en fijos en muchas ciudades y en importantes festivales. Esta gira les ha llevado por más de diez ciudades como Gijón, Zaragoza, Salamanca, Madrid, Barcelona, Valencia, Santander…

Llegaban al Pájaro Negro de Santander en conmemoración a sus 25 años de carrera con "Esta noche manda mi gente Tour (porque mi gente es la polla", presentando su último EP, "Esta noche manda mi polla" último concierto de la gira en salas antes de empezar la de festivales y saltar el charco. Venían sin el guitarrista Manuel Seoane, pero con un potente recambio, Fran Soler como su sustituto temporal.

Fran Soler regalaba 50 discos de su último álbum a las 50 personas que primero entraran, y como si eso fuera poco, LUJURIA regalaba su EP a todo dios que tenía entrada para el concierto. Por doce euros tenías un buen concierto de una hora y media de atronador Heavy Metal y dos discos de regalo, creo que pocos, muy pocos, tienen ese detallazo con el público que asiste a un bolo. Lujuria sabe que ha bajado mucho la asistencia a conciertos y la venta de discos, el nivel adquisitivo del país. Con este gesto lo que intentan, de alguna manera, es potenciar el que se asista a los conciertos.

Se notaban las novedades, Santi al bajo y Fran Soler a la guitarra, son grandísimos instrumentistas. Santi es profesor de su instrumento y Fran es como una Ciclogénesis explosiva con su Yamaha, un guitarrista con mucha personalidad. Está claro, con estos músicos LUJURIA demuestran más nivel.

De este este último EP prácticamente no tocaron nada. Una pena, las canciones nuevas están más desarrolladas, tienen más punteos de guitarra, tienen más armonías, Ricardo Mínguez se ha soltado un poco más con el teclado gracias a que hay más partes instrumentales, pero finalmente solo entró un tema nuevo en el setlist final.

Abrían la noche con el primer tema de su Ep “Esta Noche Manda Mi Polla” para golpear directamente con dos de sus grandes clásicos, “Sin Parar de Pecar” y “Sperman”. Oscar Sancho es un fantástico frontman, con mucha escuela… en tres minutos tiene al público en el bolsillo, este tipo es arrasador, los políticos y el sistema lo tiene jodido con él.

Un tío cercano, agradecido y que no tiene pelos en la lengua para decirle al mundo que cada día estamos más hasta los huevos de corruptos.

El concierto estaba siendo muy completo, llegaban dos trallazos seguidos como “Cinturón de Castidad” y “Mozart y Salieri” para flipar un rato. Sonaron brutales, y con un público entregadísimo, le tocaba el turno a la balada reivindicativa de la libertad "Cadena perpetua", tema revolucionario, social y político donde los haya. Con temas como con "Sexurrección" y especialmente el "Ménage à trois" en otra época hubiésemos ardido todos en la Hoguera. Con un riff atronador y guitarras afiladas nos descargan "Corazón de Heavy Metal" donde el guitarrista Jesús Sanz (Chepas) se despachaba entre pecho y espalda un whisky con el que también le sirvió el vaso para hacer slide a lo largo del mástil de su gibson les paul classic.

Se acercaba el final del show con "Joda a quien joda", "Estrella del porno" y por último, tras explicar la polémica que les llevó a los tribunales con el tema "Dejad que los niños se acerquen a mí" por el cual fueron demandados y obligados a pagar 18.000 euros uno tras otro, prohibiéndoseles volver a tocar esa canción, pero que se pasaron la prohibición literalmente por el forro y la tocaron, cerrando un impresionante concierto y emotivo fin de gira.