El
fenómeno thrash estaba ya explotando y los grandes grupos habían sacado ya sus
primeras obras pero, por problemas con discográficas y demás, hasta 1985 no
pudieron los Exodus sacar el primer LP. Mucha rabia acumulada es lo que parece,
caña sin concesiones y ya una hostia en la primera canción arrancando con la
homónima Bonded By Blood. Toda una declaración de intenciones con un loquísimo
Paul Baloff. Salvajismo vocal ya desde el principio.
Mucho
tiempo esperando, mucha rabia acumulada y todo explota aquí, en este plástico.
La propia canción que lleva el nombre del grupo ya sigue manteniendo el listón
altísimo. No va a haber piedad. Los riffs marca de la casa con esos duelos de
guitarras tanto de Rick como de Gary que configurarían ese sonido tan propio de
la banda con esa voz tan enloquecida. Caña por la vena.
And
then were none, empieza con un riff algo más suave y pegadizo, pero ya la
garganta te hace entender que de tranquilidad nada y enseguida ya empiezan a
meterle un ritmo más propio. Los gutarreos llegan a ser brutales, súper
pegadizos y con unos cambios de ritmo muy guapos, de esos que te hacen saltar
las vértebras.
Y
aquí ya uno de los temas insignia del grupo, A lesson in Violence. Riffs
brutales que dan paso a una voz descarnada y salvaje apoyada por unos coros muy
bien metidos. Es pura locura. No hay más, locura de esas que en los directos se
lía un mosh de los guapos.
Otro
clásico, Metal Command. Parecen temas todos cortados por la misma inspiración:
sublime. Guerra total. Tanto tiempo de espera da para meter en el ansiado
vinilo lo mejor de su producción y así queda plasmado. Las voces de Paul son la
rehostia. Es para no cansar de decirlo, por la pura locura que transmiten. No
es ser virtuoso, es transmitir pura energía y lo hace con creces.
Diseñado
para cinta de kassette o vinilo, este tema sería ya el inicio de la cara B,
otro buque insignia parido en el primer lp, Piranha. La máquina de destrucción
total que es Exodus compositivamente borda este tema. Todo lo que he ido
comentando anteriormente, se ve aquí. Es un temazo que sin ser muy acelerado lo
bordan, con algún efecto especial en voces que queda cojonudo.
No
Love, con intro acústica que da paso a un riff pegadizo y de allí a la voz
quebradiza de Baloff. Empieza lentamente, poco a poco pero intensamente, el
tema instrumental manda bastante. Muy bien llevado, con un sonido intenso
marcado por la batería mientras la voz se desgarra.
Devil
us to devil. El mismo patrón, intro con riff bien llevada que lleva a que Paul
ejecute el tema. Los temas son variados pasando de a medio tiempo a caña burra
pero sin perder nunca ápice de fuerza alguna. Aquí, como no, hay cambios de
ritmo muy bien llevados, se nota la maestría que llevaban ya incluso en el
primer lp.
Como
no podía ser de otra forma para semejante trabajo, la mejor forma de terminar
este plástico totalmente redondo es con el temazo Strike of the Beast, final
redondo para un trabajo redondo convirtiéndose en otro clásico del grupo a
pesar de que el Sr. Baloff no llegó a hacer más con ellos. Toda una lástima y
toda una pieza imprescindible para entender lo que se estaba cociendo en los
inicios del Thrash.
Alex
Mandel
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